Hacer -y mantener- amistades en la adultez
La amistad es el vínculo -a mi criterio- más difícil de construir, y de mantener.
Todos nos sentimos más solos de lo que pensamos.
En las relaciones románticas el enamoramiento hace todo el trabajo, el enamoramiento te hace querer estar la mayor cantidad de tiempo con esa persona con la que te sientes tan atraída, te hace adaptarte a ella, mutar -para salvaguardar la relación-, permite faltas, ignora defectos, perdona todo.
En el enamoramiento tienes la certeza de que ambas partes quieren estar con la otra, en el mismo grado, con expectativas claras, con objetivos comunes, con un proyecto de vida mutuo.
En el amor romántico, lo difícil llega luego de la merma del enamoramiento. Llega cuando el individuo entiende que hay ya algunos puntos de inflexión, cosas en las que ya no puede ceder, cuando se da cuenta que no puede sostener su versión ideal indefinidamente. Y ahí comienza todo. Más temprano, o más tarde, depende de cada caso.
Pero en la amistad no existe nada de esto. Nunca sabes bien en qué punto dejas de ser un conocido, para ser un amigo y luego un amigo íntimo o un hermano. Solo pasa. No se habla. No se fijan expectativas, ni deseos, mucha veces, incluso, se le dedica a la amistad sólo el tiempo que nos sobra.
En general la amistad siempre es un refugio temporal. Nunca hogar. Siempre consuelo. Siempre firme. Una vez leí de Borges que «La amistad no requiere la frecuencia del amor.» y es verdad. La amistad no es posesiva.
En mi caso el amor romántico tocó a mi puerta soberanamente joven, han pasado 10 años desde entonces. Y he sido muy afortunada por ello.
Sin embargo, con la amistad es todo mucho menos claro, menos estable.
Creo que lo complejo surge en la pluralidad, en la diversidad de vínculos amistosos, en la barrera de la vulnerabilidad, en la capacidad -o incapacidad. de compromiso y en las necesidades de cada parte.
Yo elijo creer, que así como supe desde siempre que el amor de mi vida andaría por ahí en algún lugar del mundo, la amistad de mi vida también lo está.
Espero no herir sensibilidades en mi circulo de amigos, no me malinterpreten. No quiero decir que no estoy satisfecha con mis amistades, porque estoy rodeada de personas muy especiales en mi vida, si no que, aún no he tenido la oportunidad de vivir una amistad con el mismo compromiso, dedicación y responsabilidad como la del amor romántico.
He notado que en la amistad -en mi experiencia- se lastiman los egos con mucha más facilidad, y con esa misma soltura se dejan perder los vínculos. He notado que es más difícil tener conversaciones incómodas. Quizá esto es consecuencia de que a veces no estamos prestando tanta atención al otro, pero la realidad es que toda relación significativa amerita este tipo de conversaciones.
Yo tengo un poco de envidia -de la buena- de las personas que consiguieron a su «person» a su «soulmate».
Quizá haber emigrado y dejado todo atrás lo complicó todo. Siempre se me ha hecho tremendamente difícil y tortuoso mantener vínculos a distancia. No se por qué.
Hacer amigos siendo adultos es un poco más complicado. Recuerdo que los primeros dos años viviendo en Buenos Aires estuve tremendamente sola. Y aunque conocí a personas agradables aquí y allá, en el día de mi cumpleaños siempre estábamos sólo Jesús y yo. Y esa soledad compartida entre el y yo evidentemente generó dependencia y tuvo secuelas en nuestra relación, pero eso quedará para otra entrada.
La cuestión es que en algún punto de mi vida me encontré lamentándome por mi situación; en la que según yo, por ser migrante era imposible hacer amigos significativos porque todo el mundo ya tenía sus amigos de la infancia o lo que sea. Pensaba «¿Dónde iba a estar haciendo amigos si solo trabajaba?»
Sin embargo, un buen día me cansé de mi quejadera remolona y victimizante y me dije que tenía que esforzarme para procurarme amistades.
Así que me puse como primer ejercicio no decir que “no” a ninguna salida, sin importar que tanta flojera o ansiedad me diera. Y así eventualmente fui rodeándome de personas significativas.
Es increíble como, a veces, lo único que necesitamos es dejar de victimizarnos y empezar a actuar más. Literalmente generé amistades de cualquier lugar, algunas incluso producto de Redes Sociales.
Ser amigos siendo niños es sencillo, tienes mucho tiempo libre y pocas responsabilidades, es lógico que tus relaciones más significativas sean tus amistades.
De adulto tienes que compartir el tiempo y la energía con la pareja -o parejas-, el trabajo, el estudio, las deudas, la independencia, los impuestos, las matas, las expectativas de otros que no estas logrando cumplir, los planes frustrados, el cansancio, los problema emocionales, la familia, el ejercicio, el tiempo de ocio en Redes Sociales, entre otros miles de aspectos.
Pero la mayor complejidad está en nuestra incapacidad de comunicarnos asertivamente.
Así que sí, en mi experiencia es difícil hacer y mantener amigos en la adultez. Además también está el factor lo que te aporta el otrx, las cosas que suma a tu vida, las experiencias, la buena onda, las atenciones, los lenguajes del amor de cada uno y la reciprocidad. Sin embargo, que sea difícil no lo hace imposible. Y todo lo bueno requiere esfuerzo ¿No?
Hay algunas cosas que creo que pueden ayudar a conseguir nuevas amistades:
Iniciar actividades nuevas, un deporte o un hobbie. A veces ni siquiera hace falta que conozcas a personas nuevas, puedes buscar e invitar a alguno de tus conocidos. Al compartir un hobbie y generar más frecuencia se pueden crear lindos vínculos con personas que incluso ya conoces. Por ejemplo: Salir a caminar por la ciudad y sacar fotos, probar la mayor cantidad de heladerías de la ciudad, ir a museos, ir a ver películas viejas en cines independientes, jugar fútbol, jugar videojuegos, entrenar juntos, etc.
Al conocer a personas nuevas, intenta aprender sus nombres y saludar, interésate por ellas, haz preguntas y comparte sobre ti.
Está abiertx a nuevas experiencias, puntos de vistas, invitaciones. Y se proactivx. A veces se proponen planes y cómo nadie les da seguimiento terminan quedándose en la nada.
Piensa en planes divertidos e invita tú. Aporta tu también cosas a la vida del otrx.
Escucha al otrx, no todo se trata de ti. Escuchar es la forma más linda de conectar.
Ten gestos por el otrx. Si alguien te invita a su casa, llévale algún snack o detalle como muestra de agradecimiento y de reciprocidad. Lo mismo si alguien te invita a un plan, prepara tu después otro e invítalo también. Si percibes algo lindo de esa persona díselo. Y así infinidad de gestos simples que demuestran tu reciprocidad.
Permítete ser vulnerable. Nadie quiere hacer amistad con alguien que pretende ser perfecto y con quien sientes que tienes que competir.
Escribe cada tanto para preguntar cómo está el otrx. Nunca sabes cuando el otrx puede estar atravesando por una situación difícil y necesitando conversar.
Apoya los proyectos o logros del otrx, aún cuando quizá no te interesen demasiado, porque significa que estás feliz por sus triunfos.
No tengas miedo de dar el primer paso. Invitar primero, regalar primero, tener conversaciones difíciles primero, pedir perdón y perdonar primero, etc.
Intenta tener juntadas 1:1. En este tipo de encuentros es mucho más fácil conversar y prestar atención enteramente a la otra persona. Es más probable que puedan conocerse mejor de esta forma.
Hay algunas preguntas que creo que se deben hacer en relaciones que ya están un poco más establecidas:
¿Qué esperas de esta amistad?
¿Qué tipo de planes te gustaría que hiciéramos?
¿Con que frecuencia quisieras que nos viéramos?
¿Hay algo que no te guste de nuestra amistad actualmente?
¿En qué tipo de situaciones quieres contar conmigo? Y viceversa.
¿Cómo prefieres afrontar situaciones incómodas o que no nos gustaron?
¿Sientes que hay reciprocidad en nuestra relación?
Y hay algunas cosas que creo no se deberían hacer jamás:
Fingir ser alguien que no eres para adaptarte a otra persona o a un grupo. No pierdas tiempo, muestra lo que eres y lo que piensas con todo lo que eso implica. Si al ser quién eres no encajas entonces no es por ahí.
Tomarte las cosas personal o la defensiva. Si alguien no puede seguirte el ritmo quizá es porque tiene preocupaciones, problemas o prioridades que desconoces.
Hacer sentir culpable al otro porque no está cumpliendo con tus expectativas. (Que seguramente ni siquiera le comunicaste)
Ser insistente para verte/estar con alguien que en reiteradas ocasiones ya te ha dejado plantado. Por tu bien, déjalo ir.
NO EXPRESAR COMO TE SIENTES.
Ser hiriente cuando te sientes atacadx.
Ser inflexible y querer hacer sólo lo que tu quieres.
Acudir sólo cuando tienes un problema.
Distanciarte porque tienes una nueva pareja.
Sólo estar en los buenos momentos.
No dedicar tiempo a la relación.
Creo que es hermoso y nutritivo para el alma tener estos cómplices de vida que están para llorar, para reír, para bailar, para drenar, para viajar, para pedir consuelo y muuuuchos consejos. Para ser vulnerable, para sentirte escuchadx, sostenidx y amadx; y a la vez para escuchar, sostener y amar.
Que lindo es tener en la vida a alguien que te quiera tanto que te diga la verdad aunque a veces te empeñes en no escucharla.
Que necesario es sentir que pase lo que pase nunca vas a estar solx. Que tienes una estructura de apoyo, capaz de dejar todo para auxiliarte si lo necesitas, pero también para celebrarte. Que lindo es sentir que eres todo eso para alguien y que alguien es todo eso para ti.
Es importante entender que estas relaciones, aunque uno no lo piense mucho, también requieren atenciones, cuidados y gestos.
Así que si tienes amistades que siempre están allí para ti, siempre atentas y haciéndose tiempo entre las miles de cosas por hacer, entonces eres una persona muy afortunada. Y si además comparten valores, intereses, o incluso proyectos, entonces te ganaste la lotería.
Espero que tanta perorata te haya hecho pensar en tus amistades, espero que puedas expresarles todo tu afecto; y así mismo, si hay algún tema incómodo o pendiente, que encuentres el valor para abordarlo, por el bien de su relación y de ti misma.
Si te interesa el tema quisiera tomarme la osadía de recomendarte algunas cosas:
Una breve lectura sobre las conversaciones para definir las relaciones, que me pareció muy interesante. (Está en Inglés, pero si lo necesitas en español lo puedes traducir con el navegador.) Defining the relationship
También hay una serie de Netflix sobre un grupo de amigos australianos (no trata específicamente de nada, más que su día a día) tocan temas como enfermedades de Salud Mental, Homosexualidad, relaciones tóxicas, entre otras cosas. Lo que más me gusta es la forma en la que tan auténticamente llevan su amistad, con las luces y las sombras de cada uno. La serie se llama “Please like me” Link directo a Netflix.
Un par de podcast de personas que parecen ser almas gemelas hablando sobre la amistad.
Otro día maravilloso - Episodio Amistad (con Sofia Vera)
Se Regalan dudas - Episodio 247. Amistades extraordinarias
Espero con ansías leer en los comentarios qué otra cosa sientes/piensas que necesitan las relaciones de amistad, qué crees que ha sido más difícil para ti en tu experiencia, o incluso, algún consejo que quieras compartir.
Gracias a mis amigos por siempre estar para mi, apoyarme en mis ideas locas y por permitirme siempre tener conversaciones incómodas.
Gracias a ti por leer hasta acá y por todo tu apoyo.
Que tengas un hermoso domingo,
Con amor,
Lau.
Siempre he sido muy amiguera y sociable, pero justamente después de que emigré se apoderó de mi una incapacidad para relacionarme bastante grande. El otro día le decía a una de las pocas amigas que tengo ahora: “es que me he convertido en un adulto con problemas para relacionarse, con demasiada timidez y ansiedad social”. Le he echado la culpa a no hacer amistades a muchas cosas, me he aferrado a mis viejas amistades que ni siquiera me dan lo que necesito que me den, simplemente porque están lejos y todo el mundo anda en lo suyo, y el error más grande: me aferre y me oculté en mi relación se pareja y deje que mi mundo girara nada más entorno a eso, quedándome más sola todavía.
Hoy, después de ciertas situaciones difíciles, me he dado cuenta que si tenía a ciertas personas por allí que valían oro. Y ahora me estoy dando la oportunidad de estar y compartir con ellas y estoy demasiado feliz por eso. Porque resultaba ser que si tenía buenas amigas con muchas cosas en común conmigo. Sólo necesitaba tocar fondo para atreverme a pedir auxilio.
Interesante esta entrada
Love u lau